La primera vez que vi y escuche por la magia de la televisión a Mercedes Sosa fue en el verano de 1983, en el “Concierto de la Paz por Centroamérica” realizado en la ciudad de Managua, en que participaron importantes trovadores latinoamericanos, como Amparo Ochoa, los hermanos Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy, Silvio Rodríguez, Daniel Viglietti, Alí Primera, y por supuesto a “La Negra” (Mercedes Sosa), como cariñosamente le llamaban, en este concierto participaron artistas de México, Venezuela, Brasil, Puerto Rico, Uruguay, Costa Rica, Cuba y Argentina.
Este concierto ha perdurado en la memoria intelectual y cultural de Nicaragua, por ejemplo Ernesto Cardenal, (quien fue uno de los organizadores del concierto) le dedica un capítulo en su libro “La Revolución Perdida”, Silvio Rodríguez fue en este concierto, donde compuso e interpretó “Canción Urgente para Nicaragua”, Alí Primera con el “Sombrero Azul” dedicada al pueblo salvadoreño, Daniel Viglietti con “Declaración de amor a Nicaragua”, dedicada a la gesta de Sandino, en ese momento en vivo y directo el canal 6 de la Televisión le dio cobertura, existen algunos videos disponibles si tienen interés en ver alguno aquí está el sitio en la red: www.youtube.com, , el CD lo pueden adquirir en la Casa de Modas Mariángeles, en la esquina de los Mejía Godoy.
Para esa fecha tendría siete años de edad, pero la voz de esta mujer regordeta y con rostro indígena me atrapo, interpreto dos canciones “Solo le pido a Dios” y “Cuando tenga la tierra”, su muerte consterno a muchos y muchas, también muchas seguidores vinculan sus producciones a etapas de su vida, en lo particular en mi experiencia universitaria llego a mis manos un CD con las mejores canciones en sus 30 años de carrera artística, música que perduro hasta el nacimiento de mi primera hija Alison, y luego el disco Corazón Libre que también lo vinculo con el nacimiento de mi segunda hija Jazmín, no podré explicarles las razones, pero entre la mezcla de las letras, las melodías y su voz, se crea un espacio de sosiego, reflexión, optimismo y paz.
Sobre su trayectoria y los reportes de los medios argentinos, podemos mencionar que “La Negra”, la cantante folklorista de América Latina por excelencia, Mercedes Sosa, a sus 74 años, fue víctima de una enfermedad hepática, murió en una clínica en Buenos Aires. Miles de seguidores en América Latina y en España (donde estuvo exiliada cuatro años durante la dictadura militar argentina) cantaron con ella su extraordinaria interpretación de Alfonsina y el mar, y otras zambas, chacareras, milongas y tonadas que popularizaron en los años 70 y 80 el folklore latinoamericano en todo el mundo y la convirtieron en una de las mejores y más famosas intérpretes del continente.
Su muerte ha sido acogida con dolor también en los medios rockeros y de música pop de América Latina, a los que siempre prestó su generoso apoyo y colaboración. Su relación con los músicos jóvenes argentinos fue constante: era ella la que les buscaba para ofrecerles incorporar algunas de sus canciones en los álbumes de música folklórica que iba produciendo (más de 40 a lo largo de su carrera). En su último álbum doble, Cantora, ya enferma, fueron muchos de esos músicos quienes se ofrecieron a cantar duetos con ella: Shakira, Fito Paéz, Charly García, Caetano, Soledad, Julieta Venegas, Calle 13, Drexter o los españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina colaboraron para lanzar un disco que ahora está nominado como mejor álbum del año para los Grammys Latinos 2009. "La Negra era la mejor cantante de Argentina y la voz de América Latina", ha asegurado Fito Páez. Ella, sin embargo, rehusó siempre el apelativo de "la voz de América Latina", que le parecía excesivo.
Mercedes Sosa fue siempre una cantante comprometida con causas políticas y sociales. Formó parte de la bohemia que acompañó el folklore argentino en los años 70-80, el llamado Movimiento del Nuevo Cancionero, y participó en cuanta marcha, manifestación o encuentro hubo en esa época a favor de las comunidades indígenas, luchas sindicales o encuentros políticos sobre los derechos humanos. Durante un concierto celebrado al inicio de la dictadura militar fue detenida, junto con buena parte de su público. Al recobrar la libertad, marchó al exilio (España y Francia), de donde no regresaría definitivamente hasta la llegada del presidente Raúl Alfonsín y la democracia. En una reciente entrevista comentó aquellos momentos de intensa lucha política: "Antes, los sueños eran más radicales; perfectos. Ahora, se hace lo que se puede".
Viuda, con un hijo y dos nietas, Mercedes Sosa se distinguió por su magnífica voz, con registros de soprano y de una belleza muy singular, y su conexión con todas las grandes figuras del folklore latinoamericano, desde Atahualpa Yupanqui a Violeta Parra. Sus interpretaciones de la Cantata Suramericana o la Misa Criolla recibieron premios internacionales. Sin embargo ella siempre se consideró una "negra petisa (una mujer pobre, morena y pequeña), sin glamour, tal y como se refiere a mí la oligarquía de mi país". "Este es un país de negros", decía con ironía, "en el que todos son rubios".
En los últimos tiempos, cansada y enferma, aseguraba encontrarse feliz, rodeada de afecto. "Tengo suerte", decía, "...pero me ha costado mucho". La Negra Sosa luchó hasta el final por cumplir los objetivos del Manifiesto del Nuevo Cancionero que firmó en Mendoza, en 1964, cuando sólo tenía 28 años, y en el que se proponía renovar la canción argentina popular para conseguir que "se integre en la vida de todo el pueblo, expresando sus sueños, sus alegrías, sus luchas y sus esperanzas".
Joan Manuel Serrat estuvo con ella hace poco más de tres meses, grabando “Aquellas pequeñas cosas”, la última colaboración desde que se conocieron en 1969 en Buenos Aires. Desde entonces, un sinfín de conciertos compartidos, pero también de "discusiones y abrazos y de todo aquello que compartes con quien quieres". "Mercedes era una artista muy popular en el mejor sentido, hay muy pocos que puedan dar la emoción que ella transmitía", ha asegurado hoy desde Estoril el cantautor, que elogió su "voz fantástica, afinada, pero que no hubiese valido de nada sin un corazón que la empujara y ella lo tenía y eso lo sabía la gente; ha hecho llorar mucho a los hombres".
Tuve la suerte casi 20 años después de haberla visto por televisión, de asistir a un concierto en el Teatro Nacional “Rubén Darío” en Managua, cuando estuvo promoviendo su disco “Corazón Libre”, escuchar en vivo sus interpretaciones y la narración de las historias de las canciones y sus autores, como “Alfonsina y el mar”, me hace hoy día disfrutar su última producción Cantora Vol. 1 y 2 .
Con esta primera crónica iniciamos este nuevo año y una nueva década, también llevándonos en la memoria y honrando las hazañas de los que se fueron, a nuestro clarinero mayor y creador del “Son Nica” Camilo Zapata, a nuestra gloria del deporte Alexis Argüello… ¡Un saludo a todos y todas desde su Revista Musunce… Bienvenido Año 2010!

Crónicas Segovianas, es el espacio personal que comparto en tres esferas, la personal con mis relatos gráficos, la afición por la cultura, escritura e historia de mi país, con artículos en la Revista Musunce, y la profesional ligada a la políticas públicas en Seguridad Alimentaria y Nutricional, tanto en Nicaragua, como el resto de latinoamérica. Todo esto representa lo que soy "Polvo de Barro", una antología de narraciones, poemas, y cuentos cortos, que espero pronto compartir...
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