La Gran Estafa, es precisamente el titulo de películas que han tenido gran acogida entre el público, por ser sagaces y porque los que cometen siempre se salen con la suya, así en nuestro querido país abundan historias de timos, estafas y que además nos han acompañado a lo largo de toda nuestra historia.
Entre los corrientes están el “pañuelzo”, “loterillazo”, “cambiolin”, entre los de la clase media están “Agave Azul”, y “Marca Móvil” y entre los de cuello blanco están “la quiebra de bancos”, “emisión de CENIS” y por último las ferias que se hicieron con las subastas de las recuperaciones de los bienes de los deudores. Para muestra un botón, un manuscrito de Rubén Darío, nuestro insigne poeta, vendido en estas subastas en C$ 3000, si TRES MIL CORDOBAS.
Pero aunque todo esto nos cause gracia o asombro, lo que me preocupa, es lo seguido del asunto, y peor aún, lo vulnerable que somos ha estas estafas, fíjense bien, “Agave Azul” (2005) y “Marca Móvil” (2009), eran empresas que funcionaban bajo las normas nacionales, con todas las regulaciones que el Estado de Nicaragua tiene para este tipo de negocios, pero eso no sirvió de nada, porque muchos nicaragüenses fueron vilmente engaños y las pérdidas mayúsculas.
Recientemente llego muy contento a mi oficina, un amigo que se encarga en la distribución de material cinematográfico, (es decir vendí CD), porque recién había comprado un celular a un tipo que paso por su negocio, a los 15 minutos de eso, le mandaron un mensaje que se había hecho acreedor de una Camionetona 4x4 Toyota año 2010, y un premio en efectivo de 50 mil córdobas, el mensaje decía que era la empresa Claro.
En el mensaje le mandaron un número telefónico, y por supuesto llamaron, pidiéndoles que depositaran el equivalente a USD$ 500.00, a una cuenta para Guatemala, eso era para darle formalidad a la entrega de los premios. Pero la visita de mi amigo, no era para aconsejarle sobre el asunto, sino para preguntarme a donde podía ir a depositar ese dinero. El susto de mi potencial cliente fue cuando le dije, esto es una “estafa”, los ojos se clavaron en los míos como acusándome de que le estaba engañado, así que llamamos a la empresa Claro, y ellos terminaron por convencerlo que eso era una estafa.
La moraleja de este cuento, es que a cualquiera nos puede pasar, y lo más importante es que el “dinero fácil” nunca trae buenos amigos, seguro que lo barato te saldrá mil veces más caro, así que cuando le ofrezcan una ganga, piénsenselo, y como dice Barney’s “cuéntaselo a alguien mayor”.

Crónicas Segovianas, es el espacio personal que comparto en tres esferas, la personal con mis relatos gráficos, la afición por la cultura, escritura e historia de mi país, con artículos en la Revista Musunce, y la profesional ligada a la políticas públicas en Seguridad Alimentaria y Nutricional, tanto en Nicaragua, como el resto de latinoamérica. Todo esto representa lo que soy "Polvo de Barro", una antología de narraciones, poemas, y cuentos cortos, que espero pronto compartir...
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