- Investigación:
Solo se asignan Q0.64 diarios por estudiante para la refacción escolar
Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/es/20120813/investigacion/216418/
El Gobierno no solo recortó el presupuesto para la alimentación escolar, sino que ha ejecutado la tercera parte de los fondos previstos para 2012. Se asignan, en promedio, Q0.64 diarios en primaria y Q0.61 en preprimaria, la mitad de lo que está obligado a dar el Ministerio de Educación. La dotación llega con retraso y apenas alcanza para un vaso de atol.
En los primeros 7 meses del año, del 1 de enero al 27 de julio, el Ministerio otorgó en promedio Q0.64 diarios por niño en primaria y Q0.61 en preprimaria, según pudo establecer elPeriódico.
Hasta finales de julio, el Gobierno redujo en Q52 millones el presupuesto de la refacción escolar y solamente ejecutó 37 por ciento de los fondos previstos. El recorte se dio a pesar de que este año el Mineduc tiene menos bocas que alimentar. En 2012, por segunda ocasión consecutiva, la matriculación cayó respecto del año anterior. En preprimaria se inscribieron 567 mil niños, 31 mil menos que el año pasado, y en primaria, 2.5 millones, 103 mil menos que en 2011.
Un vaso de atol
Otorgar un quetzal y medio para alimentar a un niño es insuficiente para adquirir alimentos que aporten las calorías equivalentes a un tiempo de comida, que es el estándar habitual en este tipo de programas.
De acuerdo con los cálculos del analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) Enrique Maldonado, mientras que en Guatemala el dinero asignado a la refacción alcanza para proporcionar 22 por ciento del requerimiento diario de calorías, el promedio latinoamericano es de 31 por ciento.
Los Q1.11 y Q1.58 únicamente sirven para entregar un vaso de atol con leche en polvo y una fruta barata, generalmente banano, según constató elPeriódico por medio de entrevistas con maestros de 20 establecimientos públicos. Ocasionalmente alcanza para un almuerzo de arroz y frijoles.
Pero aun siendo exigua, la refacción resulta más nutritiva que la taza de café a la que se limita el desayuno de muchos niños guatemaltecos. Además, como coinciden los docentes consultados, marca una gran diferencia: cuando hay alimentación, los estudiantes faltan menos y prestan más atención. “Es la razón principal por la que los padres envían a sus hijos a clases”, explica Guillermo Cardona, maestro de primaria en Aguacatán, Huehuetenango.
A pesar de la importancia de este programa para el desempeño del Mineduc, al 27 de julio la cartera invirtió Q216 millones para la refacción de los 3 millones de escolares que, según la matriculación inicial calculada por el Ministerio, están inscritos en primaria y en prepimaria este año.
Para preprimaria, el Ministerio contaba con un presupuesto inicial de Q86 millones que ni siquiera alcanzaba para gastar Q1 diario por alumno durante los 180 días del curso escolar; no obstante, este monto fue recortado hasta los Q69 millones. A finales de julio se había ejecutado el 41 por ciento; es decir, Q35 millones.
En primaria, el gasto es proporcionalmente más bajo.
El programa de refacción escolar disponía de Q527 millones que alcanzaban para invertir Q1.15 al día por estudiante. A pesar de ello, la partida presupuestaria fue reducida hasta Q499 millones, de los que se han ejecutado Q180 millones, el 37 por ciento.
En 2011, hasta agosto, en primaria se registró una ejecución de 47.8 por ciento. En 2010 fue de 74 por ciento y en 2009 de 56 por ciento.
El de este año es el peor desempeño del programa desde 2008, cuando se institucionalizó el diseño actual de la refacción escolar.
Si fondos y con deudas
Henry Martínez, director de una primaria en la comunidad de Santa Isabel, en San Juan Atitán, Huehuetenango, aseguró que a su escuela solamente llegó en febrero un aporte para entre 30 y 33 días de refacción. Se dio comida en marzo y abril; desde entonces, nada. Los directores del municipio celebraron una asamblea hace 2 semanas y concluyeron que irían a paro si la situación no se resuelve pronto.
En las entrevistas que elPeriódico realizó a profesores de diferentes departamentos, prácticamente todos reprodujeron las palabras de Henry Martínez: recibieron únicamente asignación de dinero para entre 30 y 60 días, la liquidaron ante la Dirección General de Participación Comunitaria y Programas de Apoyo (Digepsa) del Mineduc, y desde entonces no han obtenido respuestas ni fondos.
Solo uno de los profesores consultados, director en San Juan Sacatepéquez, Guatemala, explicó que en su escuela compraban fiado para no eliminar la refacción. Otro, de San Rafael la Independencia, Huehuetenango, contó que piden donaciones a la asociación de padres. Todos los demás ya no se arriesgan a comprar al crédito; otros años lo hicieron y nunca llegaron los aportes y tampoco pueden solicitar ayuda a los padres por la situación económica en la que viven. Simplemente no ofrecen la refacción.
Casi todos están acostumbrados a la escasez y tratan de estirar al máximo la asignación. Algunos piden a los padres y madres, quienes normalmente son los encargados de cocinar, que preparen la refacción solo 2 o 3 veces a la semana. Así logran que los aportes para 30 días duren 50 o 60.
“Sabemos manejar los fondos y hacer las liquidaciones, no entendemos por qué está ocurriendo esto. Nuestro municipio está priorizado por ‘Hambre Cero’ y de nada sirven más programas si ni siquiera se cumple con la refacción”, aseguró José Pablo Francisco, maestro en la aldea Pucpalá, San Rafael la Independencia.
Un esquema centralista
El viceministro financiero del Mineduc, Alfredo García, reconoce la situación, pero insiste en que es un problema estructural de la institución provocado por un esquema “sumamente centralista y burocrático de ejecución del presupuesto”.
El programa de refacción funciona de una manera para las escuelas que tienen asociación de padres o junta escolar, que son 15 mil 400 establecimientos, y de otra para las que carecen de organización alguna, 13 mil 800.
En los centros con padres organizados son ellos los que reciben la transferencia a un número de cuenta bancaria autorizado. Los del segundo grupo funcionan con un sistema de fondos rotativos en el que el director de la escuela debe ir a la sede de Digepsa, generalmente en la cabecera departamental, solicitar los fondos y volver cuando el cheque esté listo.
En ambos casos, la escuela debe liquidar los fondos recibidos con las facturas que demuestren la compra de los alimentos. Las escuelas con organización, en teoría, no necesitan liquidar para recibir el siguiente aporte. Las que carecen de ella deben esperar que se concluya la recolección de facturas a nivel nacional.
Hasta ahora no hubo grandes diferencias entre uno y otro sistema. El Mineduc realizaba transferencias para 60 o 90 días a ambos tipos de centros, al ritmo de los ciclos de liquidación.
El actual Gobierno ha cambiado ese sistema y a ello se debe el mal funcionamiento de la refacción este año, argumenta el Viceministro. Según expuso García, en el último trimestre el Mineduc ha buscado convertir oficialmente en “entes receptores” en el Sistema de Contabilidad del Estado (Sicoin) a los centros con organización, de manera que puedan recibir cada mes la aportación con una transferencia bancaria.
El proceso lo han finalizado 11 mil 439 escuelas que ya recibieron Q100.6 millones, pero ha implicado autorizar ante el Ministerio de Finanzas las 11 mil 439 cuentas, entre otros trámites, y eso ha retrasado el ritmo de las transferencias.
El objetivo del cambio es que, al menos las 15 mil 400 escuelas con organización de padres (que constituyen 53 por ciento de las 29 mil 200 escuelas públicas del país), no se sometan al ciclo de la liquidación. El funcionario explicó que el Ministerio se encuentra atrapado en una contradicción: “Como la captura de facturas es un gran proceso, para que valga la pena no podemos hacerlo para periodos de 15 días, sino de 2 o 3 meses”, pero al mismo tiempo, el Estado, por su fragilidad tributaria, no puede juntar los recursos para un periodo tan grande.
García prometió que, una vez finalice el proceso iniciado, todas las escuelas con organización “deberían recibir mensualmente, sin ningún problema” las asignaciones como un adelanto que no debe ser liquidado como requisito para recibir más. Los centros sin asociación, que equivalen al 47 por ciento, seguirían con fondos rotativos.