3 de diciembre de 2008

“¡Qué alguien recargue mi celular!”


La telefonía celular en Nicaragua ha tenido un enorme impulso en los últimos 12 años, al punto que después de tener 4 empresas que brindaban este servicio, nos hemos quedado con dos. Como bien se sabe la fusión de ENITEL con Aló, y que ahora se distribuye con la empresa Claro y la competencia Telefónica Movistar, según la propaganda la empresa de telefonía celular más grande de Latinoamérica, bien esa es la lucha de ambas empresas por ubicarse en el mercado.

Un informe del Banco Mundial elaborado en el 2005, sobre Infraestructura en Latinoamérica y el Caribe, describe las tendencias recientes y los retos de los países latinoamericanos ante los "Tigres asiáticos". Haciendo un resumen de este estudio nos indica que aunque contamos como una amplia cobertura en telefonía móvil, las comunicaciones por telefonía convencional y sobre todo las carreteras ha sido una tarea difícil para los gobiernos de turno. Así mismo la infraestructura (agua, luz eléctrica, telefonía convencional y móvil, internet), y de su desarrollo, dependerán los avances en la erradicación de la pobreza de los países de Latinoamérica y el Caribe, y especialmente para Nicaragua.

Tomando una arista de este tema, la telefonía móvil, desde que se masificó en Nicaragua he sido usuario de esta, sin embargo con el transcurso del tiempo siempre pensé que los costos por llamadas y "chat" se abaratarían, y más cuando se instaló la competencia, los planes serían más atractivos y accesibles tanto para la clase media, como para la clase baja, pero desagraciadamente me equivoqué.

Por ejemplo si ingreso una tarjeta de US$ 3.00 al sistema prepago, el valor del minuto es de US$ 0.35, teniendo un promedio de ocho minutos para llamar. Además de considerarlo caro, tengo un período de 6 días en el cual debo usarlo, de lo contrario para reactivar este saldo tendría que ingresar una nueva tarjeta prepago, bajo estas condiciones están operando en el país.

Estas compañías han distribuido en todo el país a pequeños agentes vendedores, lo que constituye la “tercerización laboral de puesto de trabajo”, (tema para otro artículo); que ofrecen las tarjetas prepago y recientemente la celebres recargas de tiempo aire, y cada una de ellas le asignan un precio al dólar, el cual no esta regido por el cambio ni paralelo ni oficial. Así me he encontrado con agentes que me cobran la tarjeta de un dólar por veintidós córdobas, siendo un abuso de su parte y una irresponsabilidad de los dueños de las compañías de telefonía móvil.

Además de este servicio de prepago las dos compañías, han lanzado al mercado los servicio de post-pago, con tarifas desde U$ 8.00 con cuenta controlada hasta cuenta libre, tomando como ejemplo un plan que tome hace un año de U$ 20.00, con eso únicamente tengo derecho a 70 minutos de tiempo aire, además que en este consumo se cobra el “chat”, si hago llamadas a la otra empresa que es la competencia la cual es Movistar, me cobran por ese servicio, lo cual lo considero ilógico.

Supongamos que nos cobran por uso de los equipos y antenas de la empresa, me pregunto; ¿Si en la estructura de costos que estos me cobran no está incluido todos estos rubros?, ahora está de moda además de preguntarte tu numero de celular, si pertenece a una de estas compañías, precisamente para no llamarte, puesto que dentro de la misma red los costos son “un poco más baratos”.

Otro aspecto relacionado a esto es la compra de los aparatos celulares, por ejemplo la mayoría de estos sólo tienen dos funciones prácticas para hacer y recibir llamadas, además de usar el teclado para el chat, bajo esta premisa da lo mismo comprarse un celular de U$ 20.00 que uno de U$ 300.00, puesto que las demás funciones como la navegación por internet, las fotos y demás utilidades son sólo de adorno, puesto que no hay mucho que hacer con estás funciones.

Recientemente salió al mercado el Iphone 3G de Apple, un equipo extraordinario, pero para hacer uso de todas sus funciones hay que tener demasiadas razones para adquirirlos, en primer término por lo costoso del equipo en sí, además del pago que hay que hacer mensualmente por los servicios que las dos compañías ofrecen.

Debemos reconocer que la inversión de estas compañías ha sido significativa en el país, pero ¿cuánto tiempo pasará hasta que podamos gozar de una tarifa accesible tanto para el servicio de la telefonía móvil como por el servicio de Internet?, ¿Podrá el ente regulador de telecomunicaciones TELCOR, intervenir en este asunto?; Espero que sea pronto… y respeten a los miles de consumidores y consumidoras.

1 comentario:

Raquel dijo...

Estimado:

Me parece muy acertado su artículo sobre la telefonía celular, y quiero expresar que es aún mucho más preocupante que en la región Latinoamericana, donde los niveles de pobreza no son solo alarmantes sino aterradores, en comparación por ejemplo con India o Asia, de las economías emergentes más grandes del mundo; exista un consumismo hacia los equipos celulares, mucho más elevado del existente en estos países desarrollados. Qué debería ser a la inversa….

Puedo expresar con toda franqueza que al igual que usted, estoy esperando con ansias que llegue al menos otra compañía que preste estos servicios, puesto que mientras más abierta esté la competencia, el abanico de las opciones para los usuarios será más provechoso. Lo que me preocupa en todo esto, es la actitud del ente regulador, ya que si su actuación será igual como sucedió cuando la compañía ESTESA decidió vender, y terminó comprando ENITEL CLARO, lo que consolidó más la presencia en el mercado de esta empresa y se afianzó aún más el duopolio existente en el país en lo que respecta a telefonía móvil y ahora señal de cable. Si es así entonces no nos esperan grandes cambios y estamos sujetos a continuar bajo las garras de estas compañías.

Saludos fraternos de mi parte a todo el equipo de MUSUNCE.

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