Los estelianos celebramos cada ocho de diciembre el aniversario de la creación de Estelí, como departamento, para este año se acumulan 118 años. De acuerdo a una monografía de Soriano Guerrero, el departamento de Estelí surgió en 1891, durante la administración presidencial del doctor Roberto Sacasa.
La historia señala que el trabajo político para crear un nuevo departamento fue realizado por Isidro Hidalgo, fundador del primer banco en Nicaragua, quien hizo un préstamo al Gobierno bajo la condición de autorizar la creación del nuevo departamento.
El historiador esteliano José Floripe Fajardo, conocedor de este pasaje de la historia, asegura que la creación del departamento de Estelí representó un negocio del Gobierno de Nicaragua. Sin embargo, no todo fue fácil, señala, porque en los años siguientes, específicamente durante la administración del gobierno Liberal de José Santos Zelaya, existieron cuatro altos funcionarios originarios de Estelí, entre ellos Adolfo Altamirano y el jefe del ejército de apellido Irías, que se preocupaban por su pueblo y luchaban para sacar adelante a Estelí.
No obstante, dice el historiador, hubo gente que de manera malintencionada echó a correr el rumor de que los funcionarios estelianos preparaban un golpe de Estado, lo que enfureció al mandatario, quien decidió fusionar este departamento con Jinotega.
Estos y otros anécdotas han sido recopilados en publicaciones históricas que recogen las memorias de un rinconcito de nuestra Nicaragua, una labor de la tercera edad que la realizo el Sr. José Floripe Fajardo Valdivia al Departamento y a la ciudad cabecera Estelí.
Como bien señala el autor, “Estelí en Retazos” debe de servir de eslabón entre la juventud de su época y las generaciones futuras, esta obra como la de su otro coterráneo Jaime Herrera Chavarría, en su compilación de datos históricos bajo el titulo “Conozcamos Estelí” (Publicada en el 2002), describen las costumbres de antaño de los primeros pobladores del Departamento, las tradiciones que con el pasar del tiempo se han ido perdiendo, paisajes, personajes pintorescos y destinos turísticos que ofrece este singular terruño norteño.
La labor de ambos escritores nos permitirá a las nuevas generaciones de “estilianos y estelianas”, recuperar las cuitas perdidas de nuestros antecesores, y como bien lo señala Floripe Fajardo en su obra: “Pueblos que no conservan con celos sus particularidades autóctonas, son pueblos sin cultura y se vuelven extraños a su esencia e indiferencia a cualquier manifestación social de la comunidad en que viven.”
Partiendo de la reflexión de este enamorado eterno de Estelí, nos queda a las nuevas generaciones preservar y rescatar nuestras tradiciones, la que nos hace diferente al resto de la nación, pero que suma a la variedad de expresiones culturales de Nicaragua.
Dentro de toda la obra hay un punto en que Fajardo Valdivia, ha hecho hincapié y es en el gentilicio con que se llama a los originarios de nuestro municipio, pues no es novedad saber que a los nacidos en Estelí, se le llama “estelianos”, sin embargo varios reconocidos maestros de la habla nicaragüense, entre ellos cito a Jorge Eduardo Arellano (Director de la Academia Nicaragüense de la Lengua), en una publicación fechada el 24 de octubre del 2004, bajo el titulo “Sobre el uso de los gentilicios”, señala: “… El sufijo –ano tampoco se ha generalizado mucho…; Estelí (también ciudad cabecera y departamento): esteliano/a, (se pronuncia estiliano, a)”, es aquí en donde veo confuso el planteamiento del señor Arellano, por una parte el gentilicio de Estelí es esteliano/a, pero se pronuncia diferente, como si la raíz fuera Estili.
¿Debe haber una razón desconocida para ignorar o corromper la forma en que nos identificamos los estelianos y estelianas?, por su parte la Alcaldía de Estelí en un Acuerdo Oficial que data del 22 de noviembre del 1998, declara que la palabra Esteliano/a es el gentilicio de Estelí, en consecuencia deberá designarse los nacidos en este municipio; este fue un esfuerzo local para preservar nuestra forma de identificarnos.
Sobre la mezcla de vocablos y la incorporación de palabras en nuestro idioma, también me ha resultado curioso, la forma en que denominamos a un tipo de helado en bolsa plática que dependiendo de la zona tiene un nombre particular, por ejemplo para los somoteños se le llama “Chupeta”, para los neosegovianos “Charamusca” y para los Estelianos “posicle”, este último vocablo proviene del inglés, y significa helado, asumo que fue tomado de los inmigrantes ingleses.
Estelí ya no es el mismo pueblo en el que creció mi generación, y quizá gozamos de algunos de las costumbres de época en que crecieron nuestros abuelos, de las excursiones a los ríos y de las travesuras de niños y niñas de pueblo, de las moliendas de caña en semana santa, los huevochimbos, pan de rosa y de los posicles (helados), de la Chicha de bruja de donde la abuela, los cuentos de la Mokuana, de los duendes y de los sobrenombres que fuimos victima y que aún llevamos y los llevaremos a la tumba.
Los nacidos en Estelí debemos de insistir y conservar nuestra forma de identificarnos, ya los señores Floripe y Herrera han aportado su grano de arena en esta lucha por preservar una de las mejores herencias a nuestros hijos, la idiosincrasia que nos hace únicos en esta aldea global.

Crónicas Segovianas, es el espacio personal que comparto en tres esferas, la personal con mis relatos gráficos, la afición por la cultura, escritura e historia de mi país, con artículos en la Revista Musunce, y la profesional ligada a la políticas públicas en Seguridad Alimentaria y Nutricional, tanto en Nicaragua, como el resto de latinoamérica. Todo esto representa lo que soy "Polvo de Barro", una antología de narraciones, poemas, y cuentos cortos, que espero pronto compartir...
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